Polémica en Chile.
LA CENIZA VOLCÁNICA DEL CHAITÉN NO SOLO AFECTA A LAS PERSONAS
El volcán que se creía extinto demostró, efectivamente, no estarlo.
La misma noche de la erupción (2 de mayo), el pueblo ya parecía “fantasma”, dado que se había evacuado a la gran mayoría de las personas a zonas más seguras. Menos de 1000 habitantes partieron recién al día siguiente. Se realizó un decreto para la evacuación total a 50 Km. a la redonda del volcán.
Sin embargo, no fue sino hasta que un grupo pro-animal se ofreció a arriesgarse a entrar en las casas (cuyas llaves habían sido entregadas por los propietarios) que se pensó en todos los animales que viven en esa zona. Éste se proponía salvar tantos animales como fuera posible, preferentemente perros y gatos, y otros que encontrara en la zona. A sus integrantes no les importaba su seguridad, sino correr el riesgo por las vidas que estaban en juego, libradas al azar.
Ahora cabe hacerse una pregunta muy importante: ¿Por qué es que, desde un primer momento, no se considera el transporte de los animales a zonas seguras? ¿Es que su vida vale menos que la humana?
Resulta incomprensible, a mi entender, que sólo se considere purificar el agua para que los pescadores no pierdan su trabajo, y no por el hecho de salvar ejemplares animales. Ni hablar, además, del cariño que las personas evacuadas le tienen(o tenían) seguramente a sus mascotas, que suelen representar “un integrante más de la familia” en muchos hogares, y que fueron totalmente excluidos, o quizás ignorados, de los planes de seguridad.
La discriminación existe en todos los ámbitos. Entre humanos puede realizarse justicia, a veces, a través de la ley o por mano propia. Los animales son inofensivos e inútiles ante estos métodos, y se los deja morir sin consideración.
La discriminación animal tiene que cambiar ya, antes de que sea demasiado tarde.
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